Carousel

No había visto nunca Carousel en teatro, y sólo vi la película un par de veces hace años. Nunca me pareció destacable a nivel argumental (lo que se conoce vulgarmente como un folletín) y la música no me había interesado especialmente, excepto las canciones bandera, como Never walk alone, o If I loved you. Me sorprendió la elección de este musical para el Grec de este año, y me “preparé” escuchando las canciones del espectáculo actualmente en cartel en Broadway, y tras sucesivas escuchas me pareció haber acertado al ir a ver el montaje del Grec. Creo que es el típico musical que odian los que odian los musicales, que, por supuesto, no es mi caso, aunque me costaría rebatirlo en una discusión.
Del montaje de Daniel Anglès que vi el sábado noche me quedo con tres cosas. Primero, y en mayúsculas, con Miquel Fernández, a un nivel extraordinario de voz y sentimiento, a pesar de los pesares de una dirección que no le favorecía a la hora de identificarse con sus avatares. En segundo lugar con la orquesta. Como dijo mi acompañante, es un lujo poder disfrutar de una orquesta de esa entidad, y dirigida con brío y pasión. Chapeau! Y en tercer lugar, la entidad en los números vocales de grupo, con tantas voces acompañando las melodías.
Y digo melodías, y no letras, o libreto. El libreto es caduco como pocos, incluso ofensivo con frases del tipo como cuando me pega fuerte no me duele…será eso amor? No sé hasta que punto había margen para adaptar mejor la historia, lo dejo ahi
Esperaba la interpretación de You.ll never walk alone por Nina con verdadera emoción. Y no me pareció satisfactoria. En un tono agudo al que le costaba llegar y hacer entender, por lo forzado, ni media palabra del texto. Además su tono se solapaba con algún instrumento de viento de la orquesta, y le obligó a hacer un giro vocal en el final de la canción. La culpa no fue de la cantante, por supuesto, sino de una dirección musical que a mi entender no trabajó adecuadamente esa canción.
Y creo que ese es el problema de fondo de esta producción del Grec: la dirección. Prescindiendo de que te pueda gustar más o menos música y argumento, creo que a Anglès se le escapó de las manos un montaje con tanta (demasiada) gente y tan poca entidad argumental. Daba la sensación de que faltaron ensayos para ajustar los movimientos de grupo, y dar ritmo a algunas escenas de duo, que pecaban de poca naturalidad y echaban por tierra cualquier posibilidad de emocionarte y implicarte con las desdichas de los personajes principales. Las coreografías, excepto la de la hija de Bigelow antes del final, me parecieron bastante vulgares, con desajustes importantes, y con demasiada gente en el escenario (ese caballito de tiovivo ahi en el ruedo central no daba casi juego y molestaba y mucho en los números de baile)
Soy seguidor desde hace años de Daniel Anglès, y creo que se mueve mejor en el pequeño formato. No me ha parecido su mejor trabajo, que achaco a que ha llegado algo apurado en tiempo.
Lo de la entrada de Tomàs Molina en escena jugando al chiste fácil…me quedo con el buen nivel actoral de Molina, que me sorprendió favorablemente.
Ojalá pudiera ver el montaje de Broadway. Porque a lo mejor es que con este musical, a estas alturas del siglo, poco más puede hacerse.

Ja enfilant la recta final del Festival d’enguany, ahir al Teatre Grec vaig poder veure aquest musical en versió concert del llibretista Oscar Hammerstein II i música del compositor Richard Rodgers estrenat a Broadway el 1945 i que aquí dirigeix ​​i ha adaptat al català, Daniel Anglès . Aquest espectacle és el que ha substituït al que en edicions anteriors tots esperàvem, la Nit de Musicals. I jo em quedo amb l’anterior, potser perquè l’obra escollida no entra dins de les meves preferències tot i que és un mític dins de la història dels musicals, però aquests temes romàntics que em recorden un serial i que tant els diàlegs com les lletres de les cançons quan canten em semblen ancorats en el temps i molt clarincones, m’atrauen molt poc. No per això, vull aclarir que no em vaig avorrir perquè tot el que l’envolta em va semblar molt atraient. La música, que aquesta si que no caduca, amb temes com You’ll never walk alone o If I Loved You, magníficament interpretada per l’orquestra Pops Symphony, unes bones coreografies amb un excel·lent cos de ball i un molt bon treball tant dels cinc protagonistes dels personatges principals, Miquel Fernández, Diana Roig, Anna Moliner, Ivan Labanda I Nina, com dels actors secundaris i amb l’encertat acompanyament del cor Aules. En resum, una vetllada distreta però que mentre la veia em venien a la ment, les Nits de Musicals.